Francisco Franco muere el 20 de noviembre de 1975, tras una enfermedad que se anuncia en la prensa alrededor de un mes antes. El dictador es ingresado por una gripe que empieza a complicarse y que resulta ser un primer infarto. Empiezan entonces a circular todo tipo de noticias, rumores y bulos. El Equipo de Estudios (también conocido como Equipos de Estudio o por sus siglas, EDE), formado por el sociólogo Ignacio Fernández de Castro en 1971, a su vuelta del exilio en Francia, con un colectivo de estudiantes, periodistas, economistas y sociólogos, emprende una investigación sobre el control de la información en la dictadura en torno a la enfermedad y la muerte de Franco.
El EDE, que aún no era un grupo de investigación sociológica como tal, había comenzado haciendo una especie de periodismo de investigación desde posiciones antifranquistas y sin una pretensión profesional, sino intelectual y política. Había forjado colaboraciones con editoriales y revistas para publicar sus análisis de la realidad del momento, que buscaban dar la palabra a los protagonistas de las luchas políticas y sociales que no tenían voz. El equipo, con la participación en este caso, entre otros, de Carmen de Elejabeitia y de semiólogos como Cristina Peñamarín o Jorge Lozano, realiza en este estudio un análisis histórico del control de la prensa en el franquismo, un análisis del contexto social, político y económico en el que irrumpe la noticia, y un análisis del propio tratamiento mediático del fenómeno.
Sin embargo, para contrastar los análisis de la información manifiesta (el tratamiento mediático) en torno a la enfermedad y muerte de Franco y captar el discurso latente en la población en torno a este fenómeno, Fernández de Castro, conocedor de los trabajos de Jesús Ibáñez y Alfonso Ortí, contacta con ellos para proponerles realizar unas “reuniones de grupo”, técnica que venían desarrollando desde 1963 en el ámbito de la investigación de mercados. Aunque Ibáñez es de primeras reticente a usar la técnica para este propósito, Ortí y Dolores Álvarez -que trabajaba entonces en una agencia publicitaria- se muestran favorables y le ven sentido. Finalmente Ibáñez acepta y, de forma desinteresada, realizan tres grupos de discusión: uno con lo que denominan la “mayoría silenciosa” (matrimonios de entre 40 y 50 años de clase media baja sin nivel cultural elevado, realizado y analizado por Dolores Álvarez), otro con profesionales y técnicos jóvenes informados y críticos (realizado y analizado por Ibáñez), y un tercero con obreros (trabajadores manuales varones de 40 a 50 años, realizado y analizado por Ortí). Los dos primeros se realizan unos días antes de la muerte de Franco y el tercero seis días después. Su diseño y su análisis se presentan en el capítulo IV del libro, “La noticia en el receptor y su análisis” (pp. 139-178).
El estudio se convirtió en la que podría ser la primera aplicación del grupo de discusión a cuestiones sociales y políticas, sacándola del ámbito limitado de los estudios de mercado en que había nacido. Lo hace, además, en una iniciativa de investigación social militante sin contrapartida económica, no sujeta a la demanda externa de empresas o instituciones políticas. La investigación fue pionera, por último, por su uso de los grupos de discusión para analizar la recepción de los discursos mediáticos, superando las limitaciones habituales de los estudios centrados únicamente en la producción y emisión de estos.
Se publicó como libro en septiembre de 1976 en la editorial Elías Querejeta, en la que se publicaron otras obras del EDE, como Lucha política por el poder, Prueba de fuerza entre el reformismo y la ruptura, La clase obrera, protagonista del cambio y La lucha de barrios en Barcelona, todos ellos en 1976. Las portadas de esa colección las diseñaría el reconocido artista y diseñador gráfico José María Cruz Novillo.
En la entrevista realizada a Ignacio Fernández de Castro y Carmen Elejabeitia por Esperanza Roquero, en el marco del Proyecto de innovación educativa sobre el grupo de discusión de la UCM de 1999, el primero se extiende sobre los orígenes tanto del Equipo de Estudios como de este estudio y el papel que tuvo en él la técnica de los grupos de discusión. En ella -y en el libro- nos hemos basado para esta entrada.